Las marcas son como las personas. Tienen que tener una identidad única. Sin embargo, también padecen de disturbios, por ejemplo: la bipolaridad.
Hay marcas que un día parecen un cosa y mañana son completamente diferentes. Tienen el mismo logo, al igual que la gente visten la misma ropa en el mismo cuerpo, pero externa e internamente son diferentes.
Hay casos como Google que dan para mucho que pensar, pues se aleja de los patrones contemporaneos de identidad corporativa, al menos en su manejo del logotipo.
En este blog se muestra la diversidad de logos que nos ha ofrecido Google a lo largo de su breve existencia.
Solo le hace falta una cosa: Movimiento, cómo cuando en las butacas del cine nos quiere tragar el Leon de la metro.
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